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jueves, 8 de noviembre de 2012

Brasil administrará el central azucarero 5 de Septiembre en Cienfuegos

El gigante brasileño Odebrecht, el mismo cuyo filial estadounidense debió presentar en junio pasado una demanda ante la corte federal de Miami contra una ley de marcado carácter anticubano, firmará este viernes un contrato para administrar un central azucarero en Cuba, concretando así un proyecto revelado por la empresa a inicios de año que representa la primera inversión extranjera en ese sector, reservado al Estado desde el triunfo de la Revolución, en 1959.
La Compañía de Obras en Infraestructura (COI), subsidiaria de Odebrecht, tiene previsto suscribir a fines de esta semana el contrato de administración con el grupo estatal cubano AZCUBA, dijeron este miércoles a la agencia Reuters dos fuentes de la empresa brasileña y diplomáticos brasileños.
Esa entidad ha trabajado en Cuba en los últimos años en la construcción de nuevas instalaciones en el puerto del Mariel, al oeste de La Habana.
"El viernes firmamos el contrato de administración por trece años, vamos a encargarnos del manejo de una central en la provincia de Cienfuegos", dijo un ejecutivo de Odebrecht.
"Empezamos la semana que viene, para esta zafra que empieza en diciembre", agregó.
La gigante brasileña había dicho a Reuters a comienzos de 2012 que firmaría un "contrato de administración productiva" por 10 años con el estatal Grupo de Administración Empresarial del Azúcar cubano AZCUBA que implicaba al central 5 de Septiembre, construído por la Revolución allá en la década de los '80 del pasado siglo en el municipio de Rodas, de la provincia central de Cienfuegos.
La industria azucarera estatal ha estado teóricamente abierta a la inversión extranjera desde 1995, pero en la práctica ha habido poco interés por parte del Gobierno, excepto en unos pocos emprendimientos conjuntos en algunos derivados del azúcar como el alcohol. 
Un gran obstáculo ha sido la estadounidense ley Helms-Burton, que penaliza la inversión en propiedades expropiadas a los estadounidenses. 
Sin embargo, desde hace al menos dos campañas (o zafras, como se denomina el período de cosecha de la gramínea), máquinas combinadas brasileñas de la marca CASE demuestran su elevada eficiencia de corte, troceado de las cañas y separación de las impurezas en los campos cienfuegueros. 

APORTE DE BRASIL

Hipólito Rocha, director general de la Agencia de Promoción de exportaciones (Apex-Brasil), basada en La Habana, dijo recientemente que su país prevé una inversión inicial de unos 60 millones de dólares, como parte del contrato de administración del central 5 de Septiembre, a unos 226 kilómetros al sudeste de La Habana.
Esta "primera experiencia contractual" abre el camino para nuevos proyectos, agregó sin ofrecer más detalles.
Fuentes relacionadas con el contrato dijeron a Reuters que la empresa brasileña ya está organizando el trabajo y viendo campos para aumentar la productividad, como parte de un acuerdo que incluye la renovación y mejoramiento de las maquinarias del ingenio.
"Brasil tiene posibilidades de aportar mucho a Cuba, mucha tecnología, equipamiento, maquinarias modernas (...) la prioridad está por ahí, será en el tema de la agricultura, el tema alimentario", explicó Rocha.
El proyecto brasileño abre al capital extranjero la industria azucarera de Cuba, cuya producción ha caído desde unos 8 millones de toneladas en la década de 1970 hasta apenas 1,4 millones de toneladas en la última zafra.
El sector azucarero, que fue por décadas la principal industria de la isla, sufre una severa descapitalización y representa ahora alrededor del 5 por ciento del ingreso de divisas de la nación caribeña. 
Ocho de los ingenios de Cuba fueron construidos en la década de 1970 y 1980, pero el resto estaba en la isla antes de la revolución de 1959, por lo que la mayoría requiere de fuertes capitales para ser rehabilitados.
Conversaciones anteriores entre potenciales inversionistas extranjeros en el sector azucarero y el Gobierno de Cuba han producido pocos resultados durante años.
Fuentes de la industria dijeron que al menos otras tres empresas extranjeras están negociando actualmente acuerdos de gestión.
La entrada de Odebrecht en la modernización de la deprimida industria azucarera expande el papel de Brasil en la Isla.
La constructora brasileña ya ejecuta obras por 800 millones de dólares para modernizar el puerto de contenedores de Mariel, al oeste de La Habana.
El proyecto financiado en gran medida por el estatal Banco Nacional de Desarrollo brasileño es visto como una plataforma comercial clave si Estados Unidos levanta su embargo de medio siglo contra la isla.
La entrada de capital brasileño en la industria azucarera cubana es una señal de que podrían estar revirtiéndose las trabas que entorpecieron por años una mayor inversión foránea en sectores clave para la isla.
Antes de que finalice el año está previsto que sea aprobada una nueva ley de inversión extranjera, cuyo incentivo forma parte del plan del presidente cubano Raúl Castro, quien implementa más de 300 reformas para revertir décadas de crisis económica dentro de su sistema socialista.





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