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sábado, 19 de enero de 2013

La Venezuela de Chávez al socorro de la población que Obama abandona a su suerte

A pesar de las discrepancias que existen entre los gobiernos de Washington y Caracas y pese a las poco amistosas palabras que la administración de Obama le dedica a las autoridades del país latinoamericano, Venezuela llevará calefacción a las casas de más de 400.000 norteamericanos ya por séptimo año consecutivo.
Para ellos la imagen de Hugo Chávez, quien promovió esta iniciativa, no parece tan terrible como la pintan los medios estadounidenses.
De ello se encarga Citgo Petroleum Corporation, cuyo presidente, Alejandro Granado, mediante una nota de prensa publicada en la página web de la embajada de Venezuela en Estados Unidos, dijo que los crecientes costos de la energía continúan afectando la calidad de vida de millones de estadounidenses y afecta a organizaciones comunitarias en ese país.
Tras el devastador paso de los huracanes Katrina y Rita por EEUU en 2005, esa empresa, filial de la estatal Petróleos de Venezuela, S.A. (Pdvsa), comenzó a distribuir combustible de forma gratuita en ese país. En aquel momento fue una verdadera salvación para los damnificados y hasta ahora este programa ayuda a miles de personas que no pueden permitirse pagar los crecientes precios de la calefacción. Como Alice Maiotis, de 77 años, que vive sola en el distrito neoyorquino del Bronx.
Alice señala que lo único que hacen las autoridades es “subir, subir y subir los precios” del combustible mientras que la gente “sigue ganando la misma cantidad de dinero”. La anciana se siente “realmente agradecida por la ayuda” del pueblo venezolano y del presidente Chávez, quien “es bueno con la gente de EEUU”, considera Maiotis.
Durante una entrevista al diario venezolano El Universal, Barack Obama acusó al Gobierno de Hugo Chávez de violar los principios democráticos. En respuesta, éste calificó a su homólogo estadounidense como “el mayor desastre para el pueblo de EEUU”.
En este duelo verbal Alice se pone del lado del presidente Chávez, ya que ella siente en carne propia, al igual que sus hijos y nietos, las consecuencias de la política de Obama. La mujer señala que ya ha llegado la hora de que los estadounidenses “dejen de preocuparse por los demás y empiecen a preocuparse” por ellos mismos. Alice hace hincapié en los problemas que está viviendo la sociedad norteamericana. “Tenemos hijos que se gradúan de la universidad con 80.000, 90.000, 100.000 dólares de deuda. Esto los arruina, no pueden conseguir trabajo”, apunta.
Cada vez son menos los estadounidenses que creen en las promesas del Gobierno y en sus ruidosas declaraciones. ¿Qué valor pueden tener estas, si en sus casas pasan frío y no tienen combustible para calentarse? Los vecinos del Bronx, así como otros ciudadanos del país, sienten una profunda gratitud hacia el pueblo venezolano, sin prestar atención a la propaganda política que busca satanizarlo.
“A través de los años, nuestro programa se ha convertido en el más importante que adelanta empresa alguna en materia energética. Este programa está en alineación con los principios de solidaridad del Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela”, expresó en su nota el presidente de CITGO, Alejandro Granado.
Granado resaltó además que la idea es que las familias más pobres de Estados Unidos no tengan que escoger entre mantener sus hogares con calefacción o pagar otras necesidades básicas como la comida o las medicinas.
Desde hace siete años, CITGO ha invertido más de 400 millones de dólares en asistencia energética a los más pobres. El año pasado se donó el equivalente a más de 60 millones de dólares en combustible para calefacción a familias de bajos recursos.

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