Atlético y Real Madrid vuelven a una final de Copa del Rey, 21 años después

Con el sobrevuelo poco halagüeño del casi axioma de que quien pone el campo carga con los platos rotos, los dos equipos grandes de la capital española, el Real Madrid y el Atlético volverán a verse las caras 21 años después que lo hicieran la última vez, en duelo que los especialistas coinciden en calificar derby de máxima altura.
El Atlético buscará su décima Copa del Rey, por quinta ocasión frente al vecino, ante el cual no se le dan nada mal los dividendos, sobre todo si se cruzan en una discusión de Copa. Los colchoneros llevan trece años sin ganarle al Madrid, pero en tres de las cuatro finales históricas que han disputado le hicieron hincar rodilla en tierra a los merengues, las tres a domicilio en el "Santiago Bernabéu".

Quizás por el precedente sentado exista temor a decidir el dónde. De ahí que tampoco se conozcan aún el cuándo y hasta la hora en que se jugará el partido por el título de Su Majestad, porque de más está decirles que la única victoria en estos lances la consiguió el Real Madrid ni más ni menos que en el estadio Vicente Calderón, cuartel de los rojiblancos en medio del barrio de Imperial, en el distrito capitalino de Arganzuela.
Así de enrevesados e inextricables son los caminos del fútbol.
 
HISTORIA DEL DERBY MADRIDISTA

La primera vez que ambas selecciones se vieron las caras en una final de Copa del Rey fue el 26 de junio de 1960. Testigos de entonces cuentan que el Bernabéu, atestado con cien mil almas, vibraba de manera tal que daba espanto, sobre todo con la concreción del 3-1 que dio el primer título de Copa al Atlético. El húngaro Ferenc Puskás adelantó al Real Madrid, pero Peiró, Collar y Jones le dieron la vuelta al marcador.
Doce meses después el conjunto colchonero volvió a tomar el Santiago Bernabéu. Esta vez los rojiblancos vencieron 3-2 con doblete de Peiró y uno de Mendoça. Puskás (que en húngaro significa escopetero) repitió la historia del 60 al poner delante a los merengues. Completó la pizarra de los blancos un gol de otro mito en la historia del fútbol, el argentino Alfredo Di Stéfano.
Catorce años más tarde el trueque de escenario traería también cambio del triunfador. El 5 de julio de 1975 la afición del Vicente Calderón vería como el Real Madrid se llevaba la Copa del Rey en tanda de penaltis. El guardameta madridista Miguel Ángel detuvo los cobros de Irureta y Salcedo, con lo cual aseguró el triunfo de su equipo.
Para reafirmar el mito, la última final entre ambas selecciones (1992) regresó al Bernabéu y volvió a ganar el visitante. Goles de Schuster y Futre hicieron campeón al Atlético, dirigido entonces por Luis Aragonés.
Ahora, 21 años después, le llega a la afición de los rojiblancos el derby que lleva tiempo buscando.