Un tribunal federal de la ciudad de Nueva Orleans, la mayor urbe del estado de Luisiana, inició hoy el juicio civil contra la petrolera British Petroleum (BP) y otras compañías con cuotas de responsabilidad por el peor desastre ecológico en la historia de Estados Unidos, trágico suceso que dejó 11 personas muertas durante la explosión de una plataforma de perforación en el golfo de México.
Carl Barbier, juez de distrito, comenzó el procedimiento con la advertencia de que sería "un largo proceso" y tenía previsto escuchar varias horas de argumentos de apertura de abogados de las empresas, de gobiernos federal y estatales y otras personas que demandaron.
La parte acusadora afirma que el suceso ocurrió por negligencia de parte de la empresa, lo que derivó en la explosión producida el 20 de abril de 2010, que causó la muerte a 11 trabajadores, el hundimiento de la plataforma y el derrame de unos 5 millones de barriles de petróleo a 80 km de la costa de Nueva Orleans.
El Departamento de Justicia, representado por Michael Underhill, planteó que hay evidencia de "problemas sistémicos" de negligencia por parte de la empresa, así como una constante indiferencia con respecto a los temas de seguridad, que llevaron a que se produjera este desastre.
"Se toleraron acciones imprudentes, que a veces fueron impulsados por BP con el objetivo de ahorrar", dijo el abogado.
Por su parte, BP niega las acusaciones de que hubo negligencia y delega las responsabilidades en Transocean, propietaria de la plataforma, y en su subcontratista Halliburton; para evitar multas que podrían ascender hasta los 17 mil millones de dólares.
"El responsable de seguridad de la plataforma no tenía la competencia mínima para su puesto", dijo Jim Roy, representante del comité que agrupa a miles de ciudadanos y de empresas afectadas por el derrame.
En el primer día del proceso, varios manifestantes se hicieron presentes a la entrada del tribunal, para pedir al juez Barbier que aplique las máximas penas posibles en este caso.
Por su parte, el principal representante de Transocean, Brad Brian, defendió la competencia del personal de la compañía y dijo que mucho de ellos actuaron con "heroísmo", lo que permitió que todos y cada uno de los trabajadores que pudieron haber sobrevivido lo hicieran.
BP ya solucionó la parte penal del caso al aceptar su culpabilidad y pagar al Estado federal la suma récord de 4 mil 500 millones de dólares. También pagó otros 10 mil millones a particulares, empresas y comunidades locales afectados por el derrame.
Además de esos 14 mil 500 millones, BP también tuvo que cancelar otros 10 mil millones en indemnizaciones. Los estados afectados fueron Alabama, Florida, Luisiana, Misisipi y Texas.
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