El Héroe, quien se encuentra de visita en Cuba por permiso concedido a raíz del fallecimiento de su padre, insistió, en conferencia de prensa, que dará el máximo de sus esfuerzos para que se corrija la arbitrariedad cometida contra Gerardo Hernández, Fernando González, Ramón Labañino y Antonio Guerrero.
Precisó que se sumará a esta batalla una vez que se hayan regularizado sus trámites de renuncia de la ciudadanía estadounidense, solicitud presentada este lunes en la Sección de Intereses de EE.UU. en La Habana.
Comentó que la decisión, “un golpe de suerte”, se logró al precisar al gobierno norteamericano, que hasta este momento insistía en mantenerlo en territorio norteño bajo una libertad supervisada absurda.
Dijo que su presencia en la Isla, junto a su pueblo y familia, le ha provocado emociones encontradas: una mezcla de felicidad por una parte, y al mismo tiempo de tristeza, por la muerte de su padre, hecho que sirvió de catalizador de ese cambio que él no pudo llegar a ver.
Opinó que para sus hermanos estar él en Cuba es un pequeño rayito de esperanza, una alegría que reciben en la cárcel, la visualización de algo posible.
Aclaró que tiene autorizo hasta el día 16, hoy dio un primer paso pero restan documentos por firmar, que el Departamento de Estado acepte su renuncia y emita una certificación de pérdida de ciudadanía y una vez esta le sea entregada, solo será un ciudadano y patriota cubano.
Recordó lo duro de la prueba que han vivido, el máximo rigor y las presiones de que son víctimas, la demora de dos años para empezar el largo e irregular juicio, y finalmente la cárcel junto a la posibilidad de morir en ella.
Aunque, señaló, lo han enfrentado con la moral y la razón que les asiste, lo cual les ha granjeado el respeto de fiscales y hasta de los compañeros de prisión, que los ven como “gente con dignidad”.
Es una experiencia terrible, pero de la que hemos salido fortalecidos, expresó.
Aseguró que sus hermanos van a resistir, y llamó a no cejar hasta traerlos de vuelta y sacarlos de un encierro que no merecen, “son 15 años de injusticia, robados a cinco familias”.
Exhortó a acceder por cualquier vía a la sociedad norteamericana, para expandir allí la campaña y lograr que la intelectualidad y los estamentos políticos se enteren de que el gobierno de su país puso en prisión a cinco cubanos para defender a terroristas.
René agradeció a su pueblo tanta generosidad, las miles de cartas, a veces “abrumadoras”, imposibles de responder todas, las cuales les sirven de protección, de aliento y alimentan el respeto hacia ellos del resto de la población penal.
Declaró que la única forma que tiene de pagar todo ese apoyo y cariño, es insertándose en la Cuba de hoy y seguir trabajando.
Al Presidente Barack Obama dedicó una sola frase: “coraje, es todo lo que él necesita”.
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