El primer portaaviones chino, el Liaoning, zarpó este martes de la base naval de Qingdao (Este de China) y toma rumbo al mar de la China Meridional para participar en unos duraderos ejercicios militares y pasar varias pruebas.
En la que resulta su primera navegación de larga distancia, acompañan al nuevo portaviones dos destructores y varias fragatas.
Construido por navieros chinos a partir de la estructura del crucero portahelicópteros originalmente bautizado como Riga, que fuera adquirido a Ucrania en la década de los '90 por 20 millones de dólares, el Liaoning comenzó su andadura y pasó las pruebas iniciales en junio pasado.
El portaaviones cuenta con una pista de 305 metros de largo y su desplazamiento equivale a 55.000 toneladas. En su cubierta puede portar una treintena de aeronaves de distintas clases, especialmente cazas Shenjang J-15. Precisamente estos aparatos participaron hace cinco meses en los vuelos de prueba con despegue desde la cubierta del Liaoning, apenas el buque pasó a formar parte de la Armada del Ejército Popular de Liberación.
Ya desde la etapa de construcción, las autoridades militares declararon que los ejercicios y el entrenamiento constituían la principal misión del portaaviones. Este año metieron en astillero el casco de un portaaviones nuevo, de diseño y fabricación propios, cuya construcción podría durar varios años.
Se trata de un modelo de diseño ultramoderno, tipo catamarán, dotado de propulsión nuclear y capaz de llevar el doble de aviones que cualquiera de sus pares norteamericanos del tipo Nimitz o Carl Vinson.
Por su diseño, el nuevo portaviones que trae de cabeza a los jerarcas del Pentágono, será capaz de atender a sus submarinos nucleares entre los cascos gemelos o incluso iniciar operaciones anfibias desde ellos. Serán lanzados en la mitad del tiempo que tarda a los de EEUU, y ello con apenas una tercera parte del costo.
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