La noticia, que por cíclica casi deja de serlo aunque no consiga despojarnos del asombro cuando se lee, la trajo la revista mensual digital española La Marea: el recién concluido 2013 fue otro buen año para las mayores fortunas del planeta, según datos hechos públicos este jueves por el portal Bloomberg. Cálculos de la citada fuente estiman que las 300 mayores fortunas sumaron ¡524 mil millones de dólares más durante el año pasado!, unos 383 mil millones de euros al cambio actual.
La fortuna que acumulan estos multimillonarios se calcula en 3,7 billones de dólares (2,7 billones de euros). De hecho, de entre las 25 mayores cuentas, solo las del mexicano Carlos Slim Helú y el príncipe Al-Waleed, miembro de la familia real saudí, mostraron saldos en rojo (signo de disminución de sus montos con respecto a 2012), el resto exhibió números en verde en señal de superávits.
Según La Marea, las causas del aumento de la riqueza está en el comportamiento de los mercados. "Pese a la crisis económica, los índices bursátiles han subido este año, algo de lo que se han beneficiado algunos como Bill Gates, el hombre más rico del mundo con un patrimonio de 57.000 millones de euros (unos 11.500 más que el año pasado) o Sheldon Adelson, que cierra 2013 con 10.544 millones de euros más y se coloca como la 11ª fortuna del mundo".
Pero al análisis de la revista mensual española le faltó añadir las razones de ese impulso por mercados de valores en alza, en su mayoría alimentados por el "dinero fácil" (proveniente de la especulación financiera) y las operaciones de impresión de dinero de la Reserva Federal de EE.UU. y otros bancos centrales, un proceso que lejos de disminuir se sigue intensificando.
Para los mexicanos, por ejemplo, resulta casi un eufemismo -mejor aún, una burla-, leer que "El que ha visto menguar su fortuna es Carlos Slim". Es cierto que las dificultades a inicios de 2013 con su empresa América Móvil llevaron al potentado de las comunicaciones en la nación azteca a disminuir su patrimonio, pero no por ello dejó de ser el segundo hombre más rico del mundo, sólo desplazado por Gates.
La última de las "fechorías" bursátiles del magnate mexicano de ascendencia libanesa se remonta a apenas mediados de diciembre último, cuando envuelto en -y utilizo palabras suyas- "un negocio redondo”, Slim se hizo con el 90% de la existencia total de boletos del metro en la capital federal, provocando una escasez ficticia.
“Con esto espero aumentar mis ganancias; ya hasta he pensado en vender algunas tiendas y dedicarle más tiempo al negocio de los boletos; sin duda fue la mayor inversión de mi vida”, declaró en conferencia de prensa el dueño de teléfonos de México.
La estratagema del magnate prevé la reventa con precios fluctuantes y el añadido de la posibilidad de adquisición mediante el envío de mensajes de texto desde los móviles de su compañía, con lo cual la operación representa ingresos por dos vías. De ahí su expresión al término de la conferencia: “Es un negocio redondo”, con el cual, aseguran los especialistas, Slim volverá pronto a recuperar su primado mundial como hombre más rico del planeta.
Según la lista publicada por el portal Bloomberg, en el tercer puesto se ubica Amancio Ortega, un empresario de la rama textil quien aumentó su fortuna en 6.500 millones durante 2013 y la llevó a un tope de 48.000 millones de euros. Ortega es el único español que aparece en la lista.
Entre las cien mayores fortunas solo hay ocho mujeres. Las dos primeras, Cristy Walton (en el puesto número 9) y Liliane Bettencourt (en el 15), viudas de dos magnates de la alimentación. En la lista también aparecen Jacqueline Mars (27), Elaine Marshall (47), Susanne Klatten (48), Iris Fontbona (60), Gina Rinehart (61) y Laurene Jobs (79).
Reitero, noticias como esta ya casi no toman a nadie por sorpresa, aunque enojen hasta el encojonamiento profundo, sobre todo si tenemos en cuenta que en apenas cuatro años, en pleno apogeo de la crisis económica mundial, el número de bimillonarios aumentó de mil 360 (2009) a 2.170 (2013).
Wealth-X and UBS Billionaire Census 2013, un estudio realizado por la consultora homónima encargada de analizar las finanzas de los individuos más ricos del mundo, ya había anticipado a mediados de noviembre que la riqueza colectiva de los multimillonarios del mundo alcanzó los 6 mil 500 BILLONES (con B) de dólares, una cifra casi tan voluminosa como el Producto Interno Bruto de China, la segunda economía más grande del mundo.
El despacho de la agencia Russia Today, replicado por Granma el 12 de noviembre añade:
"El informe de la riqueza refleja el crecimiento parasitario del sector financiero en la economía mundial. El 17% de los multimillonarios se han enriquecido a costa de las finanzas, la banca y los sectores de inversión en general (el campo que tiene más peso entre las actividades que desarrollan), mientras que sólo el 8% de ese beneficio está asociado con la actividad fabril o industrial directamente.
"Además de analizar la riqueza de los multimillonarios del mundo, el informe documenta las grandes sumas gastadas por ellos en artículos de lujo. Los más ricos del mundo invierten en yates, aviones privados, obras de arte, antigüedades, moda, joyas y coches de colección alrededor de 126.000 millones de dólares, una suma mayor que el producto interno bruto de Bangladesh, un país de 150 millones de habitantes.
"Según los datos de la consultora, los 2.170 multimillonarios del mundo poseen el equivalente a 48.000 millones de dólares en yates, un promedio de 22 millones de dólares para cada uno. Para poner esta cifra en perspectiva, las Naciones Unidas han estimado que para acabar con el hambre mundial se necesitaría una inversión de 30.000 millones de dólares al año. El informe también estima los activos inmobiliarios de los multimillonarios en 169.000 millones de dólares, un promedio de 78 millones por persona.
"A pesar de su movilidad, los multimillonarios del mundo se congregan alrededor de las principales ciudades financieras como Nueva York, que cuenta con 96 multimillonarios, seguido de Hong Kong con 75, Moscú con 74 y Londres con 67 multimillonarios. Si se dividiera la riqueza de los multimillonarios de la ciudad de Nueva York entre los 1,7 millones de habitantes pobres de la metrópoli, cada uno tendría 170.000 dólares".
Nada, que en el mundo de hoy asistimos a actos como para replicar con acento gallego, tal como afirma en los episodios de Elpidio Valdés uno de los reclutas enviados a la Isla a combatir en las guerras independentistas contra los mambises: "Esos tíos de allá arriba comiendo chorizos..., y nosotros, aquí, de bestias".
Razón de más para que hasta los mismísimos regentes que cada año se reunen en el Foro de Davos hablen un lenguaje en apariencias conciliador pero que en el fondo deja traslucir el miedo tremendo a un estallido social a escala global. Si no lo creen lean esto y más: "A medida que la brecha entre ricos y pobres se profundiza, según mediciones nacionales e internacionales, los analistas temen que la gente sea más propensa a tomar la calle para expresar su frustración con un sistema que solo da cabida a unos pocos privilegiados. Es probable que esta situación conduzca a una mayor inestabilidad social que puede poner en peligro la seguridad mundial [...]
“La gente ve que el uno por ciento de la población en la cúspide del sistema sigue acumulando riqueza, se dan cuenta de que algo está mal, de que esto es una forma de secuestro de la elite”.
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