Gran pesar embarga al mundo cultural luego de la noticia del deceso este sábado, a los 61 años, de la reconocida cantante dominicana Sonia Silvestre, víctima de un accidente cerebrovascular ocurrido tres días atrás.
Este domingo se realizará una ceremonia íntima familiar y el lunes sus restos serán expuestos en la capitalina funeraria Blandino, precisó su esposo, José Betancourt, en un comunicado emitido a través de José Tejada, relacionista público del Ministerio de Cultura.
A finales del año pasado y principios de 2014 la artista padeció anemia severa e insuficiencia renal, y confesó que había temido por su vida debido a los problemas de salud presentados.
Tras cantar el pasado 5 de marzo en un acto político cultural en homenaje al fallecido presidente venezolano Hugo Chávez y a favor de tres antiterroristas cubanos presos en Estados Unidos, manifestó a Prensa Latina que se sentía bien.
Nacida el 16 de agosto de 1952 en la suroriental provincia de San Pedro de Macorís, aunque creció en la vecina demarcación de Hato Mayor, Silvestre fue una de las exponentes más destacadas del movimiento de la canción social y de protesta en los años 70 del siglo anterior.
Para especialistas y aficionados a la música, representa una de las más importantes cantantes dominicanas de todos los tiempos, con un timbre de voz claro y firme.
Tras la noticia, dirigentes políticos, artistas, comunicadores y pueblo en general, han manifestado su pesar en los medios y las redes sociales por el deceso de Sonia Silvestre.
El deceso de la intérprete de Tengo la noche lista para ti, Dónde podré gritarte que te quiero y Qué será de tí, entre una larga lista de títulos de canciones que le hicieron ganar el favor y el gusto de millones, se unió esta semana al del también cantante boricua Cheo Feliciano y el Nobel de Literatura de 1982, Gabriel García Márquez, tres pérdidas que han enlutado la cultura latinoamericana.
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