La Comisión de Inteligencia del Senado concluyó que la CIA exageró sistemáticamente la efectividad de los interrogatorios forzados después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, según un controversial informe sobre tortura filtrado a un servicio noticioso.
El servicio McClatchy publicó lo que dice son las 20 conclusiones de una revisión voluminosa, todavía secreta.
Concluye que la simulación de ahogo y otras técnicas duras no produjeron informaciones valiosas; que la CIA engañó al gobierno de George W. Bush, al Congreso y al público sobre el valor del trato brutal; que la agencia empleó técnicas no autorizadas sobre los detenidos; que detuvo de manera impropia a otros, y que nunca evaluó adecuadamente sus acciones.
Tanto las técnicas de interrogación como las condiciones de detención "fueron brutales y mucho peores de lo que la agencia prometió a los formuladores de las políticas".
Las supuestas conclusiones son coincidentes con lo que algunos senadores han detallado sobre la investigación desde su comienzo en 2009, y con lo que numerosas versiones de prensa, organizaciones de derechos humanos y varios estudios gubernamentales y no gubernamentales han sugerido en la década desde que el programa de la CIA empezó a conocerse. El presidente Barack Obama ha equiparado los interrogatorios duros con tortura, aunque la agencia justifica sus acciones y dice que gran parte de lo que dice el informe del Senado es inexacto.
La comisión dispuso la semana pasada levantar el secreto sobre el sumario y las conclusiones del informe de 6.600 páginas y ahora aguarda que el gobierno censure material delicado que pudiera comprometer la seguridad nacional.
La directora del panel dijo que se investiga cómo las conclusiones llegaron a la prensa. Las dos páginas de conclusiones que publica McClatchy no incluyeron los nombres de empleados del gobierno ni detenidos por terrorismo, los sitios de las prisiones secretas de la CIA ni detalle alguno que pueda amenazar la seguridad nacional. Tampoco indica cómo ni por qué el comité llegó a tales conclusiones.
"Si alguien distribuyó cualquier parte de este informe secreto, quebrantó la ley y debe ser juzgado", advirtió la senadora demócrata Diane Feinstein. "El comité investiga esta difusión no autorizada, y me propongo remitir la cuestión al Departamento de Justicia".
El vocero de la CIA Dean Boyd no quiso hablar sobre la publicación de las conclusiones.
"Dado que el informe sigue secreto, no podemos comentar", dijo Boyd. Agregó que la CIA está determinada a efectuar una "revisión expeditiva" sobre los pasajes del informe que el comité del Senado quiere hacer públicas. Pero reiteró que la agencia disentía con varios pasajes del informe, en que cada parte acusa a la otra de revisiones ilegales. El Departamento de Justicia está revisando denuncias penales de una y otra parte. (AP)
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