Un proyectil del Ejército israelí cae sobre la ciudad de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, este 19 de agosto de 2014 |
Según los servicios sanitarios locales, los bombardeos israelíes mataron a dos palestinas, una mujer y una niña, e hirieron a 20 personas más.
La reanudación del conflicto, calificado por millones en el mundo como acto de genocidio de Israel contra el pueblo palestino confinado en Gaza, se produjo poco antes de la expiración de un alto el fuego, previsto inicialmente a las 21H00 GMT del martes, y provocó la huida de miles de gazatíes de las zonas más expuestas a los ataques sionistas.
La ruptura de la tregua provocó la paralización de las negociaciones en El Cairo entre israelíes y palestinos para intentar alcanzar un alto el fuego duradero. La delegación israelí se marchó a casa tras un llamamiento del gobierno de Israel y los palestinos lo harán este miércoles.
"El alto el fuego está muerto, e Israel es responsable", dijo Azam al Ahmed, jefe de la delegación palestina, que participaba en El Cairo en las negociaciones indirectas con Tel Aviv.
"Nos marchamos mañana, pero no nos retiramos de las negociaciones", dijo a la AFP Ahmed, quien confirmó que no volverán a El Cairo hasta que Israel no responda a su propuesta de tregua.
Otro dirigente de Hamas, Ezat al Rishq, advirtió de que "Israel no estará seguro mientras los palestinos no lo estén".
Habitantes huyen de Gaza
Los habitantes de Gaza, que se enfrentan a más de un mes de conflicto, comenzaron a huir de nuevo a zonas más seguras dentro de este enclave palestino de 362 kilómetros cuadrados, la región más densamente poblada del planeta.
"Me dirijo a la casa de mis padres en el centro. Mis hijos se asustaron cuando escucharon que la guerra se reanudaba", dijo Raghda al Muqa, una madre que intenta huir con sus tres hijos del norte de la franja de aproximadamente 14 kilómetros de largo por unos cuatro de ancho en el que se hacinan casi dos millones de seres humanos sobre cuyas cabezas caen los misiles provistos por la industria militar estadounidense.
La ofensiva israelí lanzada el 8 de julio contra Hamas devastó la Franja de Gaza y mató a más de 2.000 palestinos e hirió a más de 10.000. A consecuencia de la respuesta del lado palestino, 64 soldados israelíes perdieron la vida y los cohetes lanzados desde Gaza mataron a tres civiles en territorio israelí.
Estados Unidos, el principal sostén y aliado de Tel Aviv, se dijo "muy preocupado" por "la ruptura del cese el fuego", al tiempo que, con el mismo sonsonete de siempre, consideró que Israel tenía el derecho a defenderse del lanzamiento de cohetes desde Gaza, denuncia que desmintieron los dirigentes de Hamás.
Ahora que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, "bloqueó deliberadamente las negociaciones en El Cairo, la resistencia (palestina) examina todas las opciones", advirtió a continuación un portavoz de Hamas, Fawzi Barhum.
Israelíes y palestinos acordaron el lunes por la noche prolongar un alto el fuego de 24 horas hasta el martes a las 21H00 GMT, pero nada indicaba entonces una tregua duradera entre ambas partes.
A falta de acuerdos, el temor del regreso del tercer conflicto en seis años a Gaza volvía a este enclave palestino.
Los negociadores palestinos -representados por Hamas, la Yihad Islámica y la Autoridad Palestina del presidente Mahmud Abas- afirmaron en varias ocasiones que no firmarían un acuerdo que no incluyera el levantamiento del bloqueo israelí impuesto a Gaza. Los israelíes, por su parte, reclaman la desmilitarización del enclave.
Una propuesta egipcia preconizaba un acuerdo en puntos menos sensibles, como la ampliación de la zona de pesca de los gazatíes, una mayor apertura de las fronteras entre Israel y Gaza o la implicación de Israel en la ayuda humanitaria a los palestinos. Temas considerados más espinosos como la construcción de un puerto y un aeropuerto en Gaza se abordarían con posterioridad.
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