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domingo, 14 de septiembre de 2014

Escocia: Sí a la Independencia, No al aventurerismo militar y la rapiña

Aunque las perspectivas independentistas de los escoceses no son nuevas, el próximo 18 de  septiembre parece ser que el Si a la separación estadual con el Reino Unido será una realidad.
Jorge Luis Ubertalli*

Trescientos años hace que Escocia, el país del whisky y las polleras a cuadros, de las gaitas y las telas codiciadas por gentlemen de todas las latitudes, se ha constituído en una próspera colonia interna de Inglaterra. Cobijada detrás del Reino Unido, Inglaterra se ha apropiado de Gales e Irlanda que, junto a Escocia, conforman  el flemático sino británico, otrora “reino de los mares” hoy en decadencia.
Aunque las perspectivas independentistas de los escoceses no son nuevas, el próximo 18 de  septiembre parece ser que el Si a la separación estadual con el Reino Unido será una realidad. ¿Y porque Escocia aspira a su independencia ahora, justamente ahora? ¿Cuáles son las causas de su actitud independentista ante la reina madre de utilería inglesa?
Hay varias y variopintas, relacionadas con su status económico-financiero que, aunque autónomo de Inglaterra, se desvanece ante impuestos, recortes  y prerrogativas sólo útiles a la corona que esgrime hoy la anciana Victoria III.
Industria pesada, astilleros, minería carbonífera y otras menores y siderurgia han sido hasta hace unos años el soporte material del país, que a partir de los años 70 y ante las crisis se orientó hacia la economía terciaria (servicios) financieros y turísticos, entre otros, y a la erección de emporios tecnológicos como el de Silicon Glen.
Hace unos pocos años (2005), las exportaciones escocesas alcanzaron la friolera de 17.500 millones de libras (21.875 millones de euros). Sus principales productos de exportación fueron y son el whisky, productos electrónicos y servicios financieros, cuyo centro se halla en Edimburgo, donde se sitúan los bancos más importantes que, ahora, y si triunfa  el Si a la Independencia, los jerarcas ingleses, como el primer ministro Cameron, amenazan con reinstalar en Inglaterra.
La extracción de petróleo y gas del Mar del Norte constituyen, en mucho, al crecimiento del erario público escocés. Con una tasa de desempleo menor a la media del Reino Unido y un alto nivel de vida, Escocia y su pueblo están siendo extorsionados y amenazados por sus socios mayores ingleses en cuanto a las consecuencias que acarrearía su independencia.
Pero hay algo más, y para quien esto escribe es lo más importante en relación con la actitud independentista de Escocia de sus centenarios aliados sajones.

La “fortaleza Escocia” no quiere más lola

​Escocia, como país autónomo, es una “región administrativa” del Reino Unido, léase Inglaterra. Tiene un Parlamento autónomo y tutti li fiocchi formales para considerar a su gobierno como autónomo pero…no legisla en cuestiones de Defensa.
Y por eso es un reservorio panfernálico de armas de todo tipo. Fuentes confiables aseguran que el único centro al aire libre de pruebas de armas con uranio empobrecido en las Islas Británicas está localizado en cercanías de la localidad escocesa de Dundrennan, donde descansan 7 000 proyectiles radiactivos, fuentes seguras de contaminación, en el lecho del fiordo Solway.
Los submarinos UGM-27 Polaris, situados hasta 1990 en la base norteamericana de Holy Loch (lago sagrado), son homologados con los cuatro submarinos británicos clase Vanguard armados con misiles nucleares Trident, que forman parte del arsenal nuclear del conglomerado bélico británico manejado…desde Inglaterra.
Bases de reactores nucleares de la Armada británica, de la Real Fuerza Aérea (RAF), que contiene aviones cazas Panavia Tornado y otras aeronaves de guerra; asentamientos de helicópteros de combate Sea King HAR 3A ( uno de cuyos tripulantes, el simpático príncipe Carlos, piloteó en Malvinas hace unos pocos años) e infinidad de puntos de asentamiento de artefactos bélicos y batallones, como el Regimiento Real de Escocia y el Atholl Higlhlanders, el único ejército privado “legal” de Europa, se hallan asentados en esta llamada “fortaleza Escocia”, de las cuales 115.300 hectáreas, de los mas de 70 mil kilómetros cuadrados que conforman este país de 99 islas y 5.295.000 habitantes, son propiedad o se hallan arrendadas por el Ministerio de Defensa (31,5% de sus posesiones totales).
Ante el aventurerismo de EE. UU. , Gran Bretaña y otros aliados menores en cuanto a cercar a Rusia y declararla, como sucedió hace unos días en Gales, Reino Unido, en una reunión de la OTAN, como enemigo a cercar y agredir ¿ para que Escocia habrá de cargar con la panfernalia bélica que, en caso de una conflagración, sería uno de los territorios europeos a ser borrados del mapa? ¿De que les sirve a los escoceses ser el muñeco a ser destruído por las aventuras de Su Graciosa Majestad y sus compinches?
Ucrania, país elegido por EEUU y sus aliados europeos para ser eje de la provocación a Rusia es un país en crisis, y el FMI le “prestará” 26 mil millones de dólares para que haga sus “deberes”  en cuanto a hambrear a su propio pueblo, empoderar aún más a los oligarcas locales, revitalizar a las belicosas y bestiales fuerzas nazifascistas alimentadas por “occidente” y recibir armas de la OTAN para llevar adelante su gran provocación, a cuenta de su clase dominante y de otros, contra Rusia.
Lo mismo sucede con países balcánicos de sinuoso pasado nazifascista, y otros como Polonia, que se prestan para la instalación de bases militares otánicas que albergarán batallones de "despliegue rápido" o "Escudos Antimililísticos" en el marco del cerco a Rusia.
Pero Escocia no necesita ni quiere verse embretada en un conflicto que, como otros en el mundo, planifica y lleva a cabo su madrina inglesa en el marco de los negocios del complejo militar- industrial de ese país, conjugado con el de EEUU y otros “aliados” de su calaña.

Good Bye, England?

Conservadores y laboristas ingleses y aún escoceses, altos personajes del almirantazgo y otras especies reptantes del imperio inmaculado y flemático, entre ellos la Reina Victoria III que se halla “horrorizada” ante la perspectiva,  han puesto el grito en el cielo frente al independentismo escocés…y el trasero en remojo. Según afirman, el poderío nuclear del Reino se destruiría ante el Si de los independentistas.
El traslado de los submarinos nucleares Trident de las bases escocesas, ya anunciado por el líder independentista Alex Salmond luego del Si, quien ha definido a los Trident  asentados en Faslane y Coulport, cercanas a Glasgow, como “una afrenta a la decencia básica con su poder destructivo e inhumano”, costará a los aventureros guerreristas albiones la friolera de 10.000 millones de euros, que deberán oblar cuando desde el 2020 al 2025, si gana el Sí, deban trasladar sus máquinas de destruir a otra parte.
El excomandante de la fuerza naval británica entre el 2002 y 2006 y ex secretario de Estado de Seguridad, “lord” Alan West, dijo ante la muda de los submarinos de territorio escocés  que “a los estadounidenses les gusta que seamos una potencia nuclear, tendríamos problemas con ellos”. Su postura fue apoyada por el general George Robertson, ex secretario general de la OTAN. “A las fuerzas del mal les encantaría”- sostuvo este uniformado sin tapujos. “El presupuesto de defensa no podría afrontar los gastos de traslado”, re opinó West. “Existe la posibilidad de que la gente pidiera dejar de tener armas nucleares”
La fortaleza Escocia se convertirá posiblemente en un jardín si gana el Si. Nadie atacará a ese país si no se presta a las intrigas y aventuras belicistas del complejo- militar industrial y otros bandidos de la era en Europa, Medio Oriente y el Atlántico Sur, entre otras regiones.
El Imperio se derrumbará como un castillo en la arena, ante el mar de la justicia y la hermandad. De eso estamos seguros.
Y…ah…no se olviden de Malvinas…

(*) Periodista argentino, analista de temas internacionales.

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