Deisy Francis Mexidor*
Las elecciones de medio término (midterm) en Estados Unidos se celebran este martes 4 de noviembre, en medio de la apatía y el descontento de los votantes de ese país. Aunque no son las presidenciales, este ejercicio es trascendente y muchos se preguntan: ¿Qué son las elecciones de mitad de mandato?
Las elecciones de mitad de mandato se celebran, como está establecido oficialmente, al cumplirse los dos primeros años de un presidente en la Casa Blanca y miden el estado de la opinión pública respecto a la administración en funciones y al Presidente. Barack Obama ya pasó por similar ejercicio en 2010 durante su primer periodo presidencial.
Durante estos comicios se elegirá a la totalidad de los 435 miembros de la Cámara de Representantes y una tercera parte de los 100 miembros del Senado, más los escaños que haya que completar por fallecimiento o retirada de anteriores ocupantes. Este año, en total, se renuevan 36 escaños en la Cámara alta.
De igual forma, 36 estados votarán por sus gobernadores y 46 congresistas estaduales, entre otros cargos.
En la actualidad, los demócratas tienen 53 escaños del Senado frente a 45 los republicanos, más dos independientes, y en la Cámara de Representantes la proporción es de 199 demócratas frente a 233 republicanos y tres puestos que están vacantes.
Los miembros de la Cámara baja tienen un mandato de dos años, y los de la alta, de seis.
¿Qué importancia tienen estos comicios de mitad de mandato?
Son importantes no solo porque modifican la composición de ambas cámaras del Congreso, sino porque a partir de ahí condicionan el comportamiento del Presidente, quien en general observa estos comicios como un referéndum sobre su gestión.
Según los observadores, históricamente este tipo de elecciones las gana el partido que no ocupa la presidencia.
Por ejemplo, en los últimos 100 años, todos los presidentes, excepto Franklin D. Roosevelt en 1934 y George W. Bush en 2002, han perdido escaños de su partido en el Congreso.
Durante el mandato del demócrata William Clinton su partido perdió en 1994 el dominio de las dos cámaras congresionales.
¿Cuántos escaños necesitarían uno y otro partido?
Los republicanos solo necesitan seis curules para dominar el Senado, mientras que en la Cámara de Representantes los demócratas requieren 19 para lograr los 218 para controlar esa instancia legislativa.
Para los observadores es más probable el escenario de los azules (demócratas) con el control del Senado.
Si ello ocurre, los republicanos obtendrían el control de ambas cámaras del Congreso y eso, por supuesto, le complicaría aún más el gobierno a Obama en los dos años que le quedan en la Casa Blanca.
¿Cómo acuden los estadounidenses a estas elecciones legislativas?
En medio de señales de apatía, frustración y valoraciones desalentadoras para el Partido Demócrata, a juicio de no pocos analistas políticos.
¿Qué hay en materia de pronósticos?
Algunos observadores asumen que los republicanos les arrebatarán a los del partido representado por un burro los estados de Montana, Dakota del Sur y Virginia Occidental.
Los demócratas en Louisiana (Mary Landrieu), Alaska (Mark Beigch), Colorado (Mark Udall), Arkansas (Mark Pryor) y Carolina del Norte (Kay Hagan), están luchando por conservar sus butacas en medio de las turbulencias de la Casa Blanca.
De otro lado, las encuestas más recientes anticipan una confrontación reñida, pues nacionalmente el 46 por ciento de los posibles votantes quiere que la oposición controle ambas cámaras del Congreso, mientras que el 45 por ciento desea el triunfo de los demócratas, arrojó un sondeo de la cadena NBC y el diario The Wall Street Journal.
¿Cómo llega el presidente Barack Obama a estas elecciones de medio término?
Sin el magnetismo con el cual llegó a la presidencia en enero de 2009, después de un triunfo histórico en noviembre de 2008.
Ahora Obama enfrenta una pérdida de liderazgo y un ascenso de la impopularidad, como arrojan las encuestas.
El mandatario ostenta bajos índices de aprobación, malas notas en su manejo de la política exterior, y es criticado por la poca acción en materia migratoria, así como por su respuesta a la cuestión del ébola.
Súmese también la crisis de confianza de los ciudadanos hacia el Gobierno, paralizado parcialmente durante 16 días en octubre de 2013, cuando los legisladores de ambos partidos no pudieron resolver en el Capitolio sus diferencias en materia de presupuesto.
Son temas que si bien están relacionados con el desempeño presidencial repercutirán, sin dudas, a la hora de emitir el sufragio en las urnas.
Al punto han llegado las cosas que los candidatos demócratas prefirieron distanciarse de Obama durante sus campañas en aquellos estados donde la carrera por el Senado es muy competitiva.
¿Qué participación de votantes se espera?
La participación es generalmente mucho menor en las elecciones de mitad de mandato y por lo general los votantes que acuden son las personas mayores con base republicana.
Pese a las bajas puntuaciones que le dan los estadounidenses a su Congreso, alrededor de nueve de cada 10 demócratas y republicanos de nuevo dicen que planean votar por el candidato de su partido a la Cámara de Representes.
Animados por el escenario adverso para Obama los republicanos tratarán de reflejar en sus rivales las "políticas fallidas" de la administración demócrata para alejar a los votantes de las urnas, aprovechando igualmente que afroamericanos, hispanos, jóvenes y en sentido general el electorado más progresista tiende a no concurrir a estos comicios.
Se espera que 7 millones 800 mil hispanos voten en las elecciones de medio término, asegura la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Designados y Electos.
Los expertos dicen que el voto hispano podría ser importante en estados disputados, como Colorado.
Así y todo, esta vez la participación será menor que en 2006 y 2010, años en que los referentes eran la guerra de Iraq y la reforma de salud del Presidente, aunque el vencedor más notable de la contienda puede que al final sea el abstencionismo, pues se manejan cifras superiores al 60 por ciento, o sea, seis de cada 10 electores no irán a las urnas.
¿Qué le sucede al presidente si su partido pierde el control del Congreso?
El sistema norteamericano es presidencialista, con clara separación de poderes entre el Ejecutivo y el Legislativo, por lo que el presidente sigue gobernando con los mismos instrumentos.
Pero el problema será que sus iniciativas legislativas, a partir de entonces, tendrían más escollos aún en el Capitolio.
Por ejemplo, un Senado bajo control del partido rojo hará mucho más difíciles las confirmaciones de los funcionarios que nomine Obama para cargos claves, un proceso que estuvo lleno de obstáculos aun con los demócratas a cargo de esa instancia legislativa.
El propio Obama ha dicho que la concreción de semejante escenario sería "insoportable".
¿Cuándo se constituye el próximo Congreso?
En enero del 2015.
¿Afectan estas elecciones a la política exterior de Estados Unidos?
Si los republicanos lograran el dominio del Senado, el legislador John McCain sería el presidente del Comité de Servicios Armados de esa instancia.
Tal posibilidad reavivaría el tema de los presuntos errores de la administración Obama en la respuesta al atentado en 2012 al consulado de Washington en la ciudad libia de Bengasi, donde murieron el embajador Christopher Stevens y otros tres estadounidenses.
El análisis de ese tema podría dañar la imagen de la exsecretaria de Estado, Hillary Clinton, quien, aunque sigue sin lanzar su candidatura, es una potencial carta demócrata para las presidenciales de 2016.
Otro aspecto en política exterior en el que impactaría un mandato republicano en el Senado será la campaña contra el grupo radical Estado Islámico, que ocupa territorios en Irak y Siria.
Los elefantes han criticado la estrategia de Obama de ampliar solo la ofensiva aérea contra las posiciones de la agrupación y consideran que ni él ni sus asesores de seguridad nacional han tomado las medidas claves para detener el avance de esos yihadistas.
En sentido general estas elecciones de mitad de mandato son vistas como un laboratorio donde se reflejan las contradicciones de ese país. (versión sintetizada)
(*) La autora es jefa de la redacción Norteamérica de Prensa Latina.
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