Pase de España a final bien vale una subida de presión (+ Fotos y Vídeo de penales)

Primero que todo ofrezco disculpas por llegar tarde al "reparto del mundo", cuando ya amanece ahorita en España y la gente todavía celebra la inclusión en la final de la Eurocopa 2012. Pero a esta edad ya uno no está como para soportar, sin secuelas, 120 minutos de tensión y luego la tanda de los penales, que provocan casi el mismo efecto que un atracón de cerdo y cerveza siendo hipertenso. El asunto es que tras el golazo de Cesc y el brinco en la butaca, la presión arterial se disparó y me prohibieron acercarme a doña PC, que ahora mismo, bajo las agravantes de nocturnidad y alevosía, "acaricio" aprovechando que los "custodios" de casa duermen.
Pues sí, no estaba errado cuando me mantuve en mis trece frente al pretendido pareo finalista entre Portugal e Italia que me vaticinara un amigo de la península con forma de bota de mosquetero.
Tampoco me convencieron las declaraciones, horas más tarde, del técnico italiano Roberto Mancini, al frente del equipo inglés Manchester City, quien tampoco creía en la tesis de los favoritos en semifinales y apostaba por idéntico cruce entre lusos y azurros.
Ya al menos se desvaneció el primero de los malos augurios: España se clasificó para la final de la Euro desde el manchón de los doce pasos, a golpe de nervios de acero y ejecución perfecta de sus tiros. Épica la tanda de los penaltis, en una ronda en la que por los españoles marcaron Piqué, Iniesta y Ramos (a lo Panenka), antes de que Cesc anotara el definitivo tras la parada de Casillas a Moutinho (antes Rui Patricio le había adivinado el cobro a Xabi Alonso) y el fallo de Bruno Alves. Con este resultado la Roja de Vicente del Bosque se ha colocado a un paso de hacer el triplete.
Tal como sucedió hace dos años en Sudáfrica, el partido fue muy igualado. Portugal, como se esperaba, cerró filas en defensa para restallar a velocidad pura en los contragolpes. Y lo hizo requetebien, tanto que hoy se extrañó el taca-taca de los campeones del mundo.
En el primer cuarto de partido los lusos ya habían mostrado más protagonismo e intenciones que Francia. De hecho, en la primera jugada del partido Casillas tuvo que despejar a córner un saque de esquina muy cerrado de Coentrao. Meireles, Veloso y Moutinho apretaban el juego de España, provocando pérdidas en los balones divididos y que La Roja optara en exceso por el pelotazo. En uno de esos fallos, llegó la más clara oportunidad de los rojiverdes, pero Cristiano asustó con un disparo desde la frontal que se fue junto al palo... Piqué empezó a ayudar en banda a Arbeloa, cuando Cristiano caía a su lado. El '7' no se mostró como en otros días del torneo. Tras una buena acción de Iniesta, con pase posterior al que no pudo llegar Negredo, llegó el primer remate de Arbeloa que se fue por encima del larguero.
Justo antes, Negredo demostró la importancia de un '9' ágil y con recursos. Capitalizó un pase, lo puso al punto de penalti donde Xavi lo controló para el disparo de Iniesta que salió rozando el larguero.
En el complementario, Del Bosque tiró de Cesc y Navas por Negredo y Silva. La única ocasión vino de una pérdida lusa, en un disparo centrado de Xavi para finalizar un contragolpe. Y la de los portugueses, de parte de Cristiano a balón parado. Y entretanto el tiempo corría, España se desgastaba queriendo ante un rival que sólo proponía patadas y esperar una acción a balón parado por parte de su capitán. En resumen, 41 faltas, sólo trece llegadas al área entre ambos y un sólo tiro entre los tres palos.
En la prórroga asistimos a los prolegómenos de lo que sobrevendría en penales: el miedo atenazando el físico de los portugueses ante un rival que llevó mejor la presión (la de ellos, no la mía, que para entonces ya iba en espiral de humo) y en esa media hora creó más peligro que en todo el tiempo oficial. El hombre en esta parte fue Pedro, pero, igual que en la semifinal de Sudáfrica, tuvo tantas opciones que en la más clara de todas le sobró un regate.
Y al final los penales, donde amén de llevar aparente ventaja por renombre con un Casillas bajo los tres palos, España fue también superior. Para la ronda Del Bosque apostó por sus centrales en el acompañamiento a los tres de los centrocampistas con los que terminó el duelo. Y ninguno de los dos le falló, siendo Ramos el que acaparó todas las miradas con un penalti a lo Panenka para exorcizar aquel contra Neuer. Tampoco falló Casillas, que sacó sus manos ante Moutinho cuando había cundido el desánimo tras fallar Alonso en el inicio de la lotería.

Muy contentos, dice Del Bosque

"Estamos contentos, nuestros jugadores han hecho un esfuerzo extraordinario después de haber competido 90 minutos. En la prórroga estuvimos mejor, un pelín mejor. Ellos no han tenido tantas oportunidades y sólo alguna amenaza de Ronaldo", comentó el salmantino al término del partido.
"No ha sido un gran partido, pero siempre lo tuvimos controlado. Este grupo de jugadores es fantástico y están demostrando su generosidad", manifestó Del Bosque, quien explicó que para la elección de los ejecutores de la tanda de penaltis "buscamos a aquellos que tuvieron más confianza".
Por último, el técnico español asegura que le da igual Italia o Alemania de cara a la final. "Nosotros ya hemos cumplido con nuestra tarea. En esta semifinal, el que salga ganador va a ser una excelente final. No tenemos ninguna preferencia, el que más méritos haga, pues que se clasifique", sentenció.
Así las cosas, y haciendo cumplir la mística de no haber perdido jamás en semifinales de un gran torneo, España continuó este miércoles ganando méritos en el camino que puede llevarle a ser la primera Selección que enlaza en toda la historia tres importantes títulos internacionales: Eurocopa 2008, Mundial 2010 y… ¿Eurocopa 2012?