Holmes, de 25 años, mató a 12 personas e hirio a otras más el 20 de julio de 2012 en un cine de Aurora al disparar contra los asistentes a la presentación de la última película de la saga de Batman.
En la sala del tribunal de Centennial, en las afueras de la ciudad de Denver, donde se realizará la vista este lunes, el reo pudiera declararse culpable para evitar la pena de muerte aunque los fiscales han rechazado esa alternativa.
La acción de Aurora conmocionó a todo el país por la sangre fría con la que actuó el asesino, quien fue arrestado en el mismo lugar rodeado de cadáveres y heridos, y según la policía, entonces, no mostró señales emotivas, algo que pudiera ser utilizado por su defensa para alegar trastornos mentales.
En Estados Unidos cuando un acusado se declara culpable recibe ciertas ventajas, por lo que los defensores aspiran a que la fiscalía pida la cadena perpetua en vez de la pena de muerte por inyección letal.
Los abogados de la defensa sostienen que la impasividad y falta de emociones del acusado es síntoma de trastorno psíquico, lo que pudiera ayudarlo a obtener la cadena perpetua en vez de la condena a muerte.
El caso ganó más notoriedad tras ocurrir una serie de hechos de violencia usando armas de fuego, en especial la masacre de 20 niños y seis adultos en una escuela elemental, el 14 de diciembre de 2012, en la ciudad de Newtown, estado de Connecticut.
Luego de estos hechos, el Gobierno, el Congreso y diferentes sectores de la sociedad estadounidense se enfrascaron en un escabroso debate para tomar medidas que regulen la compraventa y posesión de armas de fuego, aunque sin alcanzar resultados.
La última semana el presidente Barack Obama, tras el fracaso de varias iniciativas en el Congreso, apeló, al menos, a adoptar una legislación sobre la comprobación de antecedentes a los compradores, algo que al parecer cuenta con el apoyo de más del 90 por ciento de los estadounidenses, pero enfrenta la oposición de los republicanos.
Durante una ceremonia en la Casa Blanca, el mandatario señaló que es el momento para evitar nuevas masacres como la de Newtown, aunque la oposición amenaza con realizar maniobras dilatorias indefinidas para bloquear proyectos relacionados con el control de armas.
Unas 80 personas mueren cada día por causa de disparos en Estados Unidos, un país de 315,1 millones de habitantes donde hay casi 310 millones de armas de fuego en casas particulares.
El caso de Holmes pudiera aumentar las presiones contra aquellos que se oponen a la adopción de normativas reguladoras contra las armas, sostienen analistas de la situación.
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